Es cierto que todas las ciudades de Polonia tienen un encanto especial. Bien sea por sus casitas de colores o por sus asombrosas plazas. Pero Wroclaw, aparte de tener todo eso, tiene otra cosa que la hace especial. Por sus calles y rincones se esconden unos pequeños duendecillos que hacen que visitar esta ciudad se convierta en todo un juego.
Hay más de 300 repartidos por toda la ciudad y son el resultado de una protesta pacífica. En los años 80, cuando Polonia seguía en el comunismo, un grupo anti-comunista empezó a dibujar duendes encima de los símbolos comunistas.
Es por esto que la ciudad de Wroclaw quiso en 2005 rendir un homenaje a este movimiento y empezó a colocar duendecillos por toda la ciudad.
¿No te gustaría salir a la caza de los duendes?
En la mayoría de los puntos o tiendas de turismo, existen mapas en los que te marcan donde se encuentran estos pequeños personajes. A nosotras nos parece más divertido salir a la aventura e ir descubriéndolos a medida que caminamos.
Los duendes representan actividades de la vida cotidiana o profesiones
Por otro lado, el fenómeno de los duendes se basa en los personajes polacos de los "krasnoludek", una serie de duendes que combaten la mala suerte producto del duende malvado del Óder. Ellos tienen como tarea neutralizar las acciones del villano de los gnomos.
Fue en el 2001 cuando el gobierno decidió homenajear a las figuras que nacionalmente se reconocen como sabias y del deber y así fue instalando las estatuillas de los gnomos por todos los rincones de la ciudad.
Hoy ya son considerados como pequeños y graciosos, y los visitantes del mundo acuden a "cazar" los diferentes duendecillos por toda la ciudad y de esa manera conocen la localidad de Wroclaw, Breslavia, de una manera diferente.
Así, los diferentes puntos turísticos que se destacan de la ciudad como la plaza Mayor, las casas de Hansel y Gretel o la Catedral de Santa Isabel tienen un distintivo único gracias a las diminutas esculturas.