Esta comunidad autónoma de tanta solera, integrada por nueve provincias, Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora, es la más extensa de cuantas integran la Península Ibérica, e incluso de las regiones de la Comunidad Europea.
Esta enclavada en la submeseta norte, teniendo por limites principales el Sistema Ibérico, a oriente, la Cordillera Central, al sur y la Cordillera Cantábrica, al norte. Al occidente, está separada de Portugal por el río Duero.
Aunque en un territorio tan vasto impera la diversidad geográfica, existen cuatro sectores fundamentales: la amplia llanura esteparia, poblada por enebros y sabinas y animales como el zorro, el gato montés y la ganadería ovina; las dehesas mediterráneas de la provincia salmantina, jalonada por una vegetación de encinas y alcornoques donde habitan el mayor número ganaderías de toros bravos de toda la península; las montañas septentrionales de bosques de hayedos y fauna atlántica; y la Cordillera Central tierras de pinares y águilas reales. Su clima, debido al cinturón montañoso que bordea la Comunidad, es de tipo continental.
La creación de esta comunidad se produjo con la aprobación del estatuto de autonomía el 25 de febrero de 1983. Con ello se reunían en una autonomía dos regiones históricas (León y Castilla la Vieja; de la que se han segregado Santander y Logroño). A parte de su antigua historia, huellas históricas que se remontan tiempos muy remotos, los reinos de Castilla y de León desempeñan un papel histórico importantísimo en la Edad Media y en la Reconquista. Desde esta época a nuestros días el hombre dejó muestras de su arte y cultura a lo largo de todo su territorio, poseyendo Castilla y León un conjunto histórico artístico importantísimo en el que se puede leer gran parte de la historia española. Admirar sus catedrales, conventos, monasterios, castillos y ciudades amuralladas conservadas en perfecto estado, suponen una experiencia única, dando la impresión al viajero de sumergirse en tiempos pasados. Aparte de recorrer sus ciudades y pueblos repletos de un gran patrimonio monumental, Castilla y León nos presentan un paisaje rico en Parques Naturales y parajes con una naturaleza prácticamente virgen.