Esta villa, estructurada en forma de cruz, se organiza a partir de una vía principal con cuatro encrucijadas fundamentales, la Plaza de España, la de la Fuente de los Cuatro Caños, la de la iglesia y la Plaza del Rollo.
Por todas sus calles discurren caños o acequias, las “regateras”, para canalizar el agua de lluvia. En la Plaza de España encontramos soportales sobre columnas de granito, decoradas con bolas y molduras.
La arquitectura popular de la población se basa fundamentalmente en el entramado. Las viviendas son de dos y tres niveles, el primero fabricado en piedra y los otros dos con entramado de madera y ladrillo o adobe. Es frecuente encontrar las fachadas de los pisos superiores chapeadas de madera.